jueves, 27 de noviembre de 2014

EDITORIAL: ¿Y SI ELLOS FUERAN LOS EXCLUIDOS?


     ¿Qué pasaría si a esas personas a las que la gente "común" mira con desprecio un día llegarán al poder? ¿Qué pasaría si los excluidos dejan de serlo? ¿Cómo es vivir en un "mundo paralelo"? ¿Por qué hay tanta discriminación si todos somos seres humanos? ¿Hace falta ser alguien "normal" en un mundo anormal?

      En este blog intentaré dar cuenta de cómo es la mirada por parte de alguien que camina al costado del mundo al que a todos les parece que es el real. En el camino surgirán muchas preguntas que, tal vez, no tienen respuesta: ¿Cómo te sentirías si vos fueras al que discriminan, al que excluyen, al que critican? ¿Cómo reaccionaría la gente que tiene "poder" en un mundo y en un sistema al que nos acostumbraron a estar si de repente una parte alejada de ese mundo se le rebela? Entre otras.

El reclamo de los excluidos, la otra mirada.


      Julio Cortázar, en su cuento "Casa tomada" (1946), intenta mostrar un poco este tema. Resulta que unos hermanos pertenecientes a la oligarquía argentina de la década del '40 se encuentran en una casa antigua y grande que heredaron. De repente comienzan a escuchar ruidos. Piensan en "algo" que entró y que de a poco va obligando a los hermanos a dejar lugares de la casa. No enfrentan la situación, sino que, ofuscados, molestos, pero sin reacción en contra de la problemática, deciden huir de a poco, hasta salir de la casa, cierran la puerta y se auto-excluyen. Tal vez no había un invasor físico en la casa, sino que, Cortázar, usa la metáfora de comparar el pensamiento de la oligarquía dominante de esa época con el peronismo, que avanzaba a pasos agigantados, sin que nadie pudiera hacer nada. El peronismo en esos años era muy mal visto. Eran, de alguna forma, excluidos, discriminados, aunque ya habían llegado al poder.

      Excluidos puede haber de miles de forma, en sí esa palabra toma miles de adaptaciones, significados, significantes, usos y definiciones. En el blog, trataré de mostrarlo como una virtud. Ser un excluido, es, a veces, ir en contracorriente hasta llegar, de alguna forma u otra, a ser reconocido, a mostrar que no siempre hay que seguir lo que “todos” siguen, a buscar un cambio a la apatía que muchas sociedades tienen. Pasó con revoluciones como la inglesa y la francesa. Sucedió en épocas de colonias, en guerras y dictaduras. Pasa con el capitalismo actual que gobierna el mundo, pero al que cada vez le queda menos poder. Quizás pensar en que no haya discriminación con los que menos tienen o con los que no piensan como el resto de la sociedad.

      En el sentido de ver a los excluidos como la contracorriente, como una parte del mundo que podría llegar a relegar al poder actual. No como una utopía, sino contar la otra mirada, la del marginado. En base a estos modos de ver la exclusión voy a relatar y a contar historias, alguna que otra ficción, cuentos, crónicas y opiniones dentro del blog. Espero que se vean reflejados y si lo leés, que te sientas identificado con lo que escribo. Se aceptan críticas y halagos, pero lo que más me importa es que se tome conciencia sobre el mal pensamiento que tienen muchas personas. Que lo disfrutes.

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